TROTSKI VUELVE A MORIR EN EL REAL SITIO

La primera sesión del seminario, Magnicidios, tuvo como protagonista a León Trotski. La mesa coloquio estuvo formada por la profesora Luiza Lordache y Julio Gil Pecharromán, ambos profesor de la UNED. Hay que señalar una división clara durante la conferencia: por un lado el contexto en el que se forma la Unión Soviética; y, por otro lado, la figura de Trotski.

Con respecto a la primera cuestión, el contexto, Julio Gil Pecharromán expuso como la existencia de la Unión Soviética marcó de manera decisiva lo que ocurrió en el siglo XX en todo el planeta. La creación de la URSS fue gracias a la revolución rusa acontecida en 1917, que tuvo dos partes bien diferenciadas, la primera comenzó en febrero, y la segunda en octubre del mismo año. La revolución de febrero fue una revolución democrática, similar a otras que habían sucedido en Europa en el siglo anterior. Ésta instauró un gobierno de carácter provisional que tuvo como presidente al príncipe Lvov. Gobierno que gozó de poco tiempo, pues con la revolución de octubre, el 10 del mismo mes, Lenin impuso sus tesis revolucionarias, que decidía llevar a cabo la insurrección para alcanzar el poder. Finalmente, con la guerra civil y la posterior victoria de los bolcheviques se crearía la Unión Soviética con Vladimir Lenin como primer líder soviético. Lenin impuso en la URRS un sistema político de partido único dominado por el Partido Comunista (PCUS). Se estructuraría como un estado federal de 15 repúblicas bajo un gobierno nacional y una economía centralizada. Esta Unión Soviética fue la firme convicción de la pervivencia de un sistema comunista que notó cambios notables con el paso del tiempo y se desplegó conforme a patrones diferentes en unos y otros espacios geográficos del país más extenso del planeta.

Con respecto a la segunda cuestión, la biografía, León Trotski, cuyo nombre verdadero era Lev Davídovich Bronstein, nació el 26 de octubre (calendario juliano)/ 7 de noviembre (calendario Gregoriano) de 1879 en Ucrania. Ambos conferenciantes hicieron hincapié en la fundamental participación de Trotski en la revolución de 1905, en la que llega a ser presidente del Soviet de San Petersburgo. El protagonista del seminario fue encarcelado en diciembre de 1905 y estuvo en Siberia durante un tiempo. Al inicio de la Revolución Rusa en 1917, se encontraba en Nueva York y regresaría a Rusia. Allí ingresó en el Partido Bolchevique en julio y fue presidente del Soviet de Petrogrado en septiembre. Trotski presidiría el Comité Militar Revolucionario bolchevique. También llegaría a ser comisario de relaciones Exteriores en el gobierno soviético que se crearía después de la Revolución.

Dentro de la Política de la Unión Soviética, los conferenciantes expusieron que León Trotski sufrió un revés cuando Lennin se vio obligado a retirarse de la vida política en mayo de 1922, tras sufrir una apoplejía. Sus adversarios, uno de ellos Iósif Stalin, se hicieron con el poder, por lo que Trotski fue destituido del cargo de Comisario de Guerra en 1925, y expulsado del politburó en 1926. Finalmente sería desterrado de la Unión Soviética en 1929.

Tras estos sucesos, Trotski se exilió primero en Turquía y luego en Francia y Noruega, y, por último, en México. Fueron varios los intentos que hubo de asesinar a Trotski, uno de ellos, en el país americano, ametrallaron sin acierto la casa donde vivía. Allí escribió numerosos ensayos, como una autobiografía. Vivió en un Palacete, defendido y guardado como fortaleza. Finalmente, Ramón Mercader, que había logrado infiltrarse en la vida de Trotski, acabó con su vida. Mercader lo asesinó el 20 de agosto de 1940 con un piolet, otorgando un golpe certero en la cabeza. El propio Mercader, años más tarde, explicó que Trotski propinó un grito ensordecedor, el cual le “perseguirá toda la vida”. Trotski moriría al día siguiente.

Por último, exponer brevemente el final de la URSS. Hay que destacar que la Unión Soviética duraría más de 40 años desde la muerte de Trotski, ya que tuvo lugar una gran crisis. En noviembre de 1982 moría Leónidas Breznev, el último gran representante de la burocracia del partido único y de la fuerte ortodoxia comunista. Los sucesores de Breznev fueron: Yuri Andropov que intentó hacer ciertas reformas para luchar contra la corrupción; y, tras su muerte, por un representante de la gerontocracia más conservadora del partido, Konstantin Chernienko, cuyo precario estado de salud apenas le permitió ocupar el poder durante unos meses. Por tanto, en 1985 la situación de indefinición política seguía en el mismo punto que hacía tres años. Este vacío político deterioraba las condiciones socioeconómicas del país. Así, la lucha interna dentro del partido comunista acabó girando a favor de los reformistas, que lograron imponer a Mijail Gorbachov en la Secretaría General. Gorbachov, último líder soviético, trató de reformar el estado inmerso en una profunda crisis. Cuestión fundamental fue el intento de mejorar la situación económica, mediante una serie de medidas conocidas como la Perestroika, cuyo fracaso llevó implícito el fin de la Unión Soviética y, en gran medida, el hundimiento del comunismo